La inflación no perdona ni la cena para las fiestas patrias

La inflación nomás no nos suelta, pues a pesar de todos los esfuerzos de política publica y monetaria, sigue subiendo, ya ni dar el grito con pozolito vamos a poder…

Según el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) la inflación interanual para agosto se ubicó en 8.7%.

Y agárrense porque con esa cifra sumamos 21 meses al hilo siguiendo con la tendencia al alza.

Pero lo que más nos ha pegado son los alimentos, pues el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) muestra que son los rubros que más ha presionado la inflación.

Tan sólo en el mes de agosto se registró un incremento de 14% en el costo de esta cesta mínima de comida.

Pero no lo decimos nosotros, sino cifras del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social). 

Y el nivel de encarecimiento fue el mismo para zonas rurales como para zonas urbanas.

Actualmente se necesitan 2,086 pesos mensuales por persona para cubrir las necesidades básicas alimentarias en una zona urbana.

Mientras que en una colonia rural, el costo mensual es de mil 600 pesos por mes, mientras que hace un año se necesitaban mil 399 pesos.

De acuerdo con estos valores monetarios una familia de tres personas que vive en la ciudad necesitaría alrededor de 6,258 pesos por mes sólo para comer.

Mientras que la misma cantidad de integrantes en un hogar en una zona rural tendría que gastar al menos 4,800 pesos mensuales.

Esto ha encendido las alarmas sobre el impacto en la seguridad alimentaria de las familias mexicanas.

En particular a las familias con menos recursos, pues son las que mayor porcentaje de sus ingresos totales destinan a la comida.

En México todavía está presente la incertidumbre sobre sí los niveles de inflación ya llegaron a sus puntos máximos. 

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