Megaproyectos de AMLO: “el cuento de nunca acabar”

AMLO ha desatado una fiebre de megaproyectos que, aunque prometían ser la panacea para el desarrollo del país, han resultado más bien una saga de desafíos y desencantos.

Con una inversión que supera los 500,000 millones de pesos, estos proyectos se han convertido en una suerte de historias sin fin, donde los resultados parecen ser más bien un cuento de nunca acabar.

Desilusión en la Megafarmacia:

Iniciemos nuestro viaje en la “Megafarmacia más grande del Mundo”. Con una inversión de 219 millones de pesos, esta colosal estructura prometía abastecer al país de medicamentos de forma eficiente.

Sin embargo, en sus primeros días de operación, solo logró surtir unas pocas recetas, dejando a muchos con la sensación de haber entrado a una tienda de chucherías más que a una farmacia vital para la salud pública.

Mexicana, la aerolínea rescatada que no despega:

Nuestro siguiente destino nos lleva a los cielos con Mexicana, la aerolínea rescatada que, al parecer, no logra levantar vuelo.

Con una inversión de 4,000 millones de pesos, uno pensaría que las nubes serían su límite.

Sin embargo, con vuelos que parecen más bien excursiones privadas y una ocupación que deja mucho que desear, parece que el sueño de ver a Mexicana surcando los cielos mexicanos está aún en tierra.

La Refinería Dos Bocas:

En tierras tabasqueñas se alza la Refinería Dos Bocas, un proyecto faraónico que prometía la autosuficiencia energética.

Con un costo inicial que se fue inflando más rápido que un globo en una fiesta de cumpleaños, y con una capacidad que parece estar siempre “en construcción”, esta refinería es un recordatorio de que, a veces, las promesas de abundancia se quedan en el camino del progreso.

El Tren Maya y el AIFA:

Y qué decir del Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

Dos proyectos que, aunque pintaban para ser las joyas de la corona de la administración de AMLO, han resultado ser más bien espinas en su camino.

Con costos que se disparan más rápido que un cohete espacial y resultados que dejan mucho que desear, estos megaproyectos parecen haberse quedado en la estación del “ya veremos”.

En resumen, los megaproyectos del gobierno de AMLO parecen ser más bien una serie de episodios tragicómicos que una saga de éxito y progreso.

Mientras el presidente busca justificar los retrasos y sobrecostos, muchos ciudadanos se preguntan si no sería mejor invertir en proyectos más viables y menos fantásticos.

Por ahora, parece que nos queda esperar el próximo capítulo de esta historia interminable.

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