Tiene Sedena control de tres aeropuertos más

La Sedena tiene cada vez más control de los aeropuertos del país y para muestra basta un botón.

La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) le dio al Grupo Aeroportuario, Ferroviario, de Servicios Auxiliares y Conexos Olmeca-Maya-Mexica, S.A. de C.V, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la asginación de tres aeropuertos: el de Uruapan, el de Palenque y el de Puebla.

Esto significa que Sedena puede administrar, operar, explotar y construir el Aeropuerto Internacional de Uruapan “Licenciado y General Ignacio López Rayón”, ubicado en Uruapan, Michoacán.

Dentro también se incluyen el Aeropuerto Internacional de Palenque, Chiapas y el Aeropuerto Internacional “Hermanos Serdán”, de Puebla.

Grupo Aeroportuario Ferroviario está conformado 99% propiedad de la Sedena y 1% de propiedad del Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada.

En el documento publicado este martes en el Diario Oficial de la Federación (DOF), se establece que esto es “en apoyo al logro y los objetivos de las prioridades del desarrollo nacional que ha establecido el Ejecutivo Federal”.

Autoridades argumentaron que la idea es dar infraestructura aeroportuaria, sostenible y competitiva al país en donde se necesite.

Con esto también se busca el crecimiento de la aviación civil nacional e internacional.

Y con esto, la Sedena se compromete a mantener y cuidar los aeropuertos asignados, de acuerdo a la ley, incluyendo los trabajos de conservación que se requieran.

Sedena se hará cargo de tres aeropuertos más y se compromete con eso a cuidar el medio ambiente

Dentro de las disposiciones firmadas, se establece que se deben cuidar los lineamientos de equilibrio ecológico y medio ambiente.

Lo anterior significa que si de eso se derivan daños al equilibrio ecológico, contaminación por ruido, del suelo, aire o agua, la responsable primera y única será la Sedena.

Ahora veamos si todo esto es verdad, a la hora de que se sumen la lista de todo el daño al equilibrio ecológico de estos aeropuertos.

Veamos si la Sedena da la cara y paga por los efectos irreversibles.

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