Fitch recorta calificación a PEMEX

Ocurrió lo que todos sabíamos que pasaría, la calificadora Fitch recortó nuevamente la calificación crediticia de Pemex. La empresa de petróleos mexicana pasó de BB+ a BB, con perspectiva negativa; un grado especulativo que se le conoce como “bono basura” en el mundo de las inversiones. 

La mayoría esperaban que la decisión de la calificadora sucediera este mes; pero apenas a los 3 días de abril, Fitch bajó dos niveles el grado de inversión de Pemex. Las declaraciones y acciones erróneas del gobierno han provocado que la calificadora considere “limitada” la capacidad de la empresa de hidrocarburos para hacer frente a una recesión en el sector petrolero. 

Advierte Fitch que Pemex requerirá  nueva inyección de capital por parte del gobierno por que con el actual precio de la  mezcla mexicana por debajo de 20 dls por barril; Pemex no genera suficiente flujo de efectivo para cubrir los costos operativos y financieros. Además, la perspectiva de calificación tiene implicaciones económicas negativas, la baja aplica a 80 mil millones de dólares de títulos pendientes.

¿Qué significa?

Dicho deterioro refleja la limitada flexibilidad de la compañía para navegar en la crisis de la industria ante su elevada carga tributaria, alto apalancamiento, aumento de costos de producción por barril, y altas necesidades de inversión para mantener la producción y restitución de reservas.

A pesar del terreno complicado; la petrolera que dirige Octavio Romero Oropeza ha redoblado su apuesta por incrementar su producción de petróleo y refinados en medio del derrumbe de los mercados energéticos. Incluso la administración actual ha insistido en “salvar” a Pemex cueste lo que cueste. 

La rebaja de hoy refleja el deterioro continuo del perfil crediticio individual de la compañía a ‘ccc-‘ , en medio de la recesión en la industria mundial del petróleo y el gas, expectativas de precios del petróleo de Fitch y el debilitamiento del vínculo crediticio entre México y Pemex”. 

Este golpe a la economía mexicana afecta a la incertidumbre y desconfianza financiera. Es urgente un plan nuevo de negocios para Pemex ante el desplome de la mezcla mexicana de petróleo, que esta semana cayó a los 10 dólares por barril. Si el gobierno de la 4T no redirecciona el gasto la calificación de Pemex y de la deuda soberana del país seguirán cayendo.